La formación asturiana Forma Antiqva, fundada por los hermanos Aarón, Pablo y Daniel Zapico Braña, considerada en este momento por la crítica especializada como «la cabeza visible de la música antigua hecha en España», ha sido galardonada con el «Asturiano del mes» de diciembre de 2011. Su brillante trayectoria, fruto de muchos años de trabajo, se vio reconocida ese mismo mes con una nominación a los Premios Internacionales de Música Clásica (ICMA), algo así como los «Oscar» en el cine, por su disco «Concerto Zapico», el segundo grabado con el sello alemán Winter&Winter, del que son artistas en exclusiva.
Creado a finales de 1999, los comienzos del grupo no fueron fáciles. Aarón Zapico acababa de terminar sus estudios de clave en el Real Conservatorio de La Haya, con la felicitación unánime del tribunal. Y sus hermanos, los mellizos Pablo y Daniel, lo hacían en Barcelona. Los tres arriesgaron y volvieron a su Langreo natal, con el objetivo de labrarse una carrera musical tocando el clave, la tiorba y la guitarra barroca. Ahora, cuando echan la vista atrás y recuerdan aquellos cinco primeros años en los que, tanto en Asturias como en España, interpretar música antigua era algo exótico, ven aquella etapa como de experimentación. Aquellos centenares de conciertos ofrecidos en los colegios fueron «un entrenamiento impagable», según Aarón Zapico, que siempre ha ejercido de portavoz del grupo.
Sin apoyo institucional, con seriedad y gran exigencia creativa, «Forma Antiqva» se fue convirtiendo en un «ensemble» cada vez más profesional. El repertorio barroco y renacentista interpretado por la formación -además de los tres hermanos, el grupo suele reunir a los músicos más brillantes de su generación- empezó a sonar en las salas de concierto españolas. Sus tres primeros discos con el sello Arsis -«Bizarro», «Insólito estupor» y «Sopra Scarlatti»- consiguieron el aplauso unánime de la crítica. Poco a poco, se hizo habitual su participación en conciertos y festivales de ámbito nacional e internacional, con giras por Bolivia, Brasil, Singapur, Australia, Italia, Grecia y Francia, entre otros países.
En 2009 la compañía discográfica alemana Winter&Winter, una de las grandes de la música clásica, los ficha como grupo y graban el disco «Amore x amore». El acontecimiento marcó un antes y un después en la trayectoria de «Forma Antiqva». A este siguió, en 2010, «Concerto Zapico», ya con una pequeña subvención de la Consejería de Cultura. Y acaba de editarse «Las cuatro estaciones de Vivaldi», grabado en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada.
La actividad de los hermanos Zapico no se reduce a las actuaciones y los discos. Su sólida formación musical los ha llevado a desarrollar una importante trayectoria pedagógica en numerosos conservatorios profesionales españoles -Aarón es profesor en el de Asturias, en Oviedo, y Daniel, en el de Zaragoza- y los tres están ligados a la Academia de Música Antigua de Gijón, en la que precisamente Aarón Zapico dirige este año el festival.
Uno de sus proyectos más queridos verá la luz el próximo mes de abril: el estreno en la catedral de Oviedo de seis piezas de Joaquín Lázaro, el maestro de capilla más importante de la basílica, compuestas entre los años 1781 y 1782.
Dos óperas -su participación el pasado año en «L'incoronazione di Poppea» de Monteverdi en Oviedo constituyó un gran éxito-, actuaciones en festivales de Alemania y la República Checa y más conciertos son los proyectos que aguardan este 2012 a «Forma Antiqva», que ha situado a Asturias en el mapa mundial de la música antigua.
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